Inicio > Cómo crear negocios exitosos > El Voto Útil para Dummies

El Voto Útil para Dummies


Otro concepto que ha comenzado a escucharse cada vez con mayor frecuencia conforme se acercan las elecciones, es el del Voto Útil.

A raíz del 2° debate presidencial, cada candidato ha comenzado a hacer un llamado a la ciudadanía para que los indecisos -principalmente- les favorezcan con el voto útil pero, ¿qué es el voto útil y por qué se ha convertido en una especie de Santo Grial que los candidatos buscan con tanta desesperación?

En terminos sencillos, el voto útil es el voto que se emite no tanto para favorecer a un candidato, sino para castigarlo. No representa la intención real de favorecer a un candidato, sino -más bien-, la intención de evitar que otro que -en nuestra apreciación-, tiene más probabilidades de conseguir el triunfo, lo obtenga.

Los candidatos, en su lucha por convencer al electorado, suelen atacar a sus rivales en la esperanza de que los comentarios que emiten, cambien la visión del ciudadano con respecto a ellos. Es lo que se denomina «Guerra Sucia» y todos los candidatos recurren a ella, sobre todo cuando las elecciones son tan inminentes.

Que los argumentos contra los rivales tengan fundamento o no, queda por completo fuera de la cuestión. De lo que se trata es de realizar acusaciones fuertes contra sus rivales de las que esperan, tengan el impacto suficiente para provocar que el ciudadano se cuestione su intención de voto y favorezca a quien las emite

Al crear la duda en el ciudadano, provocan en él el deseo de votar por aquel que origina el rumor, por temor a que de ganar el atacado se produzcan las condiciones que plantea el atancante con sus declaraciones.

Aunque actualmente tenemos a cuatro contendientes por la presidencia, es fácil percibir como este grupo se divide en dos subgrupos: por un lado están las ideologías de centro-derecha y por el otro la de izquierda.

Si analizamos el desempeño de las candidaturas de los contendientes actuales y tomamos en consideración una serie de eventos que han tenido lugar desde que el proceso inició, veremos que el PAN ha estado haciendo sospechosamente una campaña para perder.

Aunque existe una diferencia en cuanto a propaganda y publicidad -la propaganda tiene por objeto la difusión de ideas con el objeto de adherir adeptos y la publicidad tiene la función de dar a conocer productos y/o servicios con el objeto de producir un beneficio económico-, los principios en que se sustentan son bastante parecidos.

Al revisar la metodología de campaña del PAN -durante los primeros meses-, se ha podido observar la continua mención al candidato del PRI, lo cual es un error si la idea es conseguir que la gente vote por el PAN, ya que -por un lado-, al mencionar de manera ininterrumpida al otro candidato, lo que logran es posicionarlo más firmemente en la mente de los votantes y -por otra parte-, al realizar una camapaña de ataque, la gente tiende a sentir empatía por el atacado y a rechazar al atacante.

En cuanto al PANAL, recordemos que a principios de año, Elba Esther Gordillo estuvo muy activa tratando de conseguir una alianza con el PRI, pero fue «rechazada». A raíz de este rechazo, organizó la participación de su partido, haciendo que lo representase un «candidato ciudadano». Conforme se fue desarrollando el proceso, este candidato ciudadano ha reconocido en diferentes ocasiones que está de acuerdo con el candidato del PRI y -a través de la Guerra Sucia- se han puesto en evidencia reuniones de este candidato con militantes del PRI.

Por su parte, en los primeros meses de campaña, el PRI mostró una faceta despreocupada y soberbia, como subestimando a los demás candidatos.

Al menos así ocurrió hasta que se presentó el fenómeno Yo Soy #132.

A partir del surgimiento de este fenómeno, hemos podido apreciar el surgimiento de la Guerra Sucia en este proceso y un cambio de estrategias de campaña.

El candidato que tanto dijo que «él no iba a dividir al país», de inmediato muestra su completa disposición a hacerlo, mientras sigue diciendo que no dividirá al país. El discurso del PAN ha cambiado, adquiriendo un tono mucho más agresivo y declarando la Guerra Sucia con evidente descaro y el PANAL ha tratado de convencer con propuestas más sensatas que las de sus competidores, que tienen el gran defecto de que son irrealizables si se toma en cuenta los poderosos intereses que atacan.

Desde hace semanas vengo diciendo que me parece que la candidatura de Quadri no es más que un plan de contingencias del PRI. He fundamentado mis sospechas en ese aparente desprecio por parte del PRI a Elba Esther Gordillo a principios del año. Desprecio que se ha ido suavizando conforme Quadri se ha mostrado cada vez más de acuerdo con el PRI.

Por otra parte, el cambio de actitud del PAN que -de iniciar con una campaña apática, a todas luces, con la intención explícita de perder-, ahora se muestra tan agresiva también da qué pensar.

El punto es que no solo Yo Soy #132 ha influido en estos hechos, sino que Andrés Manuel López Obrador ha también ganado terreno y -como en el 2006-, existe una gran cantidad de ciudadanos que estarían dispuestos a votar por él, con lo que se ha convertido en un rival muy importante.

La importancia de estos eventos es que el Pueblo ha comenzado a expresar su poca disposición para aceptar una imposición, ha comenzado a demandar que se respete su decisión y -les guste o no admitirlo-, hay pequeños grupos con un gran poder a quienes no les conviene que el Pueblo imponga su decisión.

De manera que los cambios que estamos viendo últimamente responden precisamente a esta lucha por definir cuál voz es la más potente: la de un pueblo cansado de abusos e imposición, o la de una selecta élite que pretende dirigir a toda costa el destino de esta nación.

Insisto: No es lógico que una campaña diseñada para perder se haya convertido de repente en una campaña súmamente agresiva, no es lógico que un partido que solo busca conservar su registro, salga de pronto con propuestas tan ambiciosas, no es lógico que aquel que comienza con una soberbia inconmensurable, muestre -de pronto- reacciones propias de quien enfrenta una amenaza mayúscula.

Para colmo, a estas alturas del proceso, puede hablarse de una distribución casi equitativa del favor del electorado entre las tres fuerzas más importantes -aun cuando ninguna encuesta es realmente de fiar-.

Si esto fuera realmente así y los tres partidos más importantes cuentan con la preferencia de un tercio del electorado cada uno, que prevalezca el PRI bien podría depender de una alianza de última hora con el PANAL.

Ahora bien, que el PAN haya logrado una tercera parte del favor de los votantes -prácticamente en los últimos días, después de haber mostrado una apatía indescriptible, al grado que los mismos PANistas ya estaban alineándose con el PRI-, puede responder a un análisis de riesgos.

Dadas las dimensiones que ha adquirido Yo Soy #132 y su abierto rechazo a la imposición, bien puede ser que la élite esté considerando el riesgo de acontecimientos violentos si se impone el PRI y para prevenirlos, hayan decidido impulsar la campaña PANista a través de un cambio de actitud en la misma.

Si el caso fuera extremo, y AMLO amenazara con obtener más del 49% de la preferencia popular, quizás entonces veríamos a un PAN aliarse con el PRI en una coalición que resultara invencible.

El punto es que -aunque los candidatos de centro-derecha se cuidan mucho de que la gente lo perciba de esta manera-, las acciones que en su conjunto han emprendido claramente tienen un mismo propósito, desbaratar el nivel de preferencia que ha conseguido la opción de la izquierda.

Esto -por sí mismo-, puede tener dos lecturas: la que se explicó anteriormente con respecto a una élite en el poder que quiere evitar que la izquierda asuma el poder a toda costa, o que los medios -principalmente-, nos han estado mintiendo desde el principio y AMLO en realidad tiene un nivel de aceptación mucho más importante que los demás partidos.

La primera hipótesis se halla sustentada por información que nos ha llegado desde diferentes fuentes a lo largo del mundo, que acusan una serie de prácticas sucias para evitar que AMLO acceda a la Presidencia y un innegable favoritismo de los medios por Enrique Peña Nieto.

La segunda, se sustenta en la evidente desesperación de los medios por mantener a Peña Nieto como puntero y descalificar todo cuando dice y hace López Obrador y anunciar con bombos y platillos todo lo que se le imputa.

El objetivo final es amedrentar al votante con toda clase de información negativa para manipularle y obligarle a modificar su intención de voto.

El elector debería tener claro que todas las propuestas implican riesgos.

Si votara por Peña Nieto, el elector podría esperar una ilusión de crecimiento en la que quienes en verdad se beneficien de una política neoliberal heredada de Salinas de Gortari serían los inversionistas extranjeros.

Si votara por Vázquez Mota, el elector podría esperar más impuestos y mayor desigualdad social.

Si votara por López Obrador, a menos que él conduzca su política con eficiencia, el elector podría esperar una álgida situación económica, como la que experimentan varios países en Europa.

Si votara por Quadri de la Torre, dada su marcada inclinación hacia una economía de mercado, el elector podría esperar un riesgo muy alto de colapso económico.

De manera que hacer caso de la manipulación que los políticos intentan ejercer sobre nosotros para allegarse con nuestro voto dentro de lo que llaman voto útil deja mucho que desear.

Una mejor alternativa es que el elector se tome la molestia de analizar lo que cada candidato tiene para ofrecerle, se cuestione a sí mismo sobre la factibilidad de las propuestas de los candidatos y el efecto que -a futuro-, puedan tener sobre sus circunstancias particulares y entonces decida con base en información.

Si desea contactar al autor, puede escribirle a manuelmanrique@comocrearnegociosexitosos.com.

  1. No hay comentarios aún.
  1. No trackbacks yet.

Deja un comentario